martes, 21 de agosto de 2018

PARIS 2017


En el post de hoy os voy a enseñar y a contar mis vacaciones de Navidad en la ciudad del amor. Invierno en Paris 2017.

Fue un viaje poco planeado, la verdad. Tenía muchas ganas de viajar, y mi padre lo hizo real. En verdad es porque no paraba de darle la paliza con que quería ir a Disneyland Paris, y él sentía que en cierto modo me lo debía. Porque me prometieron hace años (cuando tomé la comunión, anda que no ha llovido de eso...) que me llevarían a Disneyland, y no fue así, en su lugar nos fuimos unos días a Santa Cruz de Tenerife a ver a la hermana de mi padre.

No recuerdo creo yo un viaje en el que estuve más nerviosa si cabe. El avión salía a las 8 de la mañana desde Valencia, y llegaba a las 10 al aeropuerto de Charles de Gaulle. No dormí nada, por supuesto. Y mi padre estaba que le iba a dar un ataque porque las alturas le dan pánico.



Así que os podéis imaginar nuestras caras a las 6 y media de la mañana...



Era día 2 de enero cuando llegamos a París. Hacía un frío que se te calaba en los huesos, y llovía a mares, por supuesto. Suerte que teníamos un móvil con GPS, porque salir del aeropuerto y coger el tren para llegar al centro de la ciudad fue toda una odisea (que creo yo que si volviera repetiría), pero mereció la pena, y llegamos genial al hotel.

Aquí os intentaré dejar toda la información sobre el hotel en el que nos hospedamos. Era de 3 estrellas y nuestro régimen era de alojamiento y desayuno. ¿He mencionado ya que el desayuno era buffet? Nos pusimos las botas con los croissants y la nocilla, y todo lo que nos pusieron. En 6 días te daba tiempo a comertelo todo. 
(Insertar página web del hotel) 

Nada más dejar todas las cosas en el hotel, nos fuimos para empezar a callejear, y acabamos en el barrio más picante de toda Francia. Montmâtre. 

Por lo que era indispensable fotografiarnos frente al Moulin Rouge. 



Había muchísima gente a pesar del tiempo húmedo. No hacía tanto frío pero estábamos algo cansados porque nos pasamos todo el día callejeando, andando y comprando comida de los supermercados. 

Pero al día siguiente es cuando se creó la magia...

3 de enero. Mi cumpleaños. Una no cumple 22 años todos los días, y mucho menos lo celebra en el país de la magia. Sabéis de donde os hablo? 

Disneyland Paris.



Mi foto favorita de todo el viaje. Creo que es de las pocas fotos en las que salgo bien. Jajajajajaja

Luego tenemos la atracción del sombrerero loco y sus tazas de té. No nos subimos porque la cola era inmensa y seguro que acabaríamos mareados.

Ahhh y me compré las orejas de Minnie Mouse y un gorro(porque se me estaba helando la cabeza).





Debería añadir aquí que nos perdimos en el laberinto de la reina de corazones de Alícia en el Pais de las Maravillas?



(Antes de entrar al parque, parte de las tiendas)





Creo que soy incapaz de describiros la emoción que sentí al subir y poder ver el castillo de la Bella Durmiente. 

Lloré, tengo que admitirlo. 

Y este era el castillo, por dentro y por fuera... 









No puedo expresarlo con palabras. Estaba muy feliz de poder estar allí, y junto a mi padre. El mejor regalo de cumpleaños del mundo.





Un selfieeeee.



La salida del laberinto, mola ehh? Pero estaba sucio, mojado y en construcción, por lo que no nos dejaron subir.



Hacía mucho frío, y mucha gente. Pero teníamos que comer, así que nos pedimos unos perritos calientes de uno de los restaurantes del parque. Una botellita de agua, y yo una Coca Cola que por 5€ más me la pusieron en una taza del parque que me encantó. Y de postre, un brownie.



Tengo guardada la bolsa que nos dieron. Si, llamadme loca; pero algo así hay que guardarlo como oro en paño.

Me enganché a Magic Everywhere y terminó el mejor cumpleaños de toda mi vida en la ciudad de la magia y los sueños.

Al día siguiente nos fuimos al centro, a ver la Torre Eiffel.





Y los Campos Elíseos. Que nunca he visto más tiendas de alta costura, coches de alta gama y seguratas en mi vida.



Al día siguiente La basílica del Sagrado Corazón nos esperaba, aunque no literalmente porque los más de 3.000 peldaños no los íbamos a subir... 


Comimos unos sándwiches de Johnprix (unos supermercados franceses donde la comida es súper barata). Y por la tarde, al Museo del Louvre y al Río Senna.







Y el Consejo de Estado, que estaba al lado del museo. 





Estuvimos 6 días en Francia. Y aunque no haya fotos de más días (no las he podido recuperar porque están guardadas en el disco duro del ordenador) el único sitio que nos quedó pendiente por visitar fue la Catedral de Notre-Dame.

Lo sé, sé lo que estáis pensando, que una amante de Disney no debería haberse perdido un lugar tan destacado y emblemático como la catedral, pero eso significa tener una excusa para volver una próxima vez. (Aunque no solo para ver la catedral).

Y ya por fin, el 7 de enero. En el aeropuerto de Charles de Gaulle, tristes por volver a casa, pero deseosos de visitar este país de nuevo. 



Y colorín colorado, esta aventura, se ha acabado (aunque no del todo). 





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